La niña y la nieve

  Más o menos así fue como surgió este bolso… Vi una foto muy bonita, y pensé que sería un motivo estupendo para hacerlo en apliqué, y luego, pensé que podría convertirse en un bolso muy cuco y a la vez muy práctico. Aquí os enseñaba el último bolso japonés que me había hecho y que se ha convertido en mi imprescindible…

Con telas japonesas para el exterior y tela de algodón americano para el forro, os aseguro que tiene un tacto especial.
En Cartagena no nieva, bueno, una vez cada 50 años, así que supongo que  eso incrementa la ilusión por ver la nieve caer, por eso, cuando vi la niña, mirando la nieve caer, con cara mitad emoción mitad incredulidad, me vi completamente identificada con ella ;))

 En las fotos, el asa es de cuero, pero podéis elegir entre esa u otra con la cadena de metal, os he dicho ya que está a la venta aquí? :)))

 3ºC bajo cero, una brisa cortaba las sonrosadas mejillas de Marilyn, y como si fuera una señal, empezó a nevar…

 El ambiente se volvió frío, sus dedos empezaron a perder sensibilidad, pero ella prefirió huir del calor de la chimenea para poder contemplar la nieve caer…

 Ojalá y nos perdurase toda la vida la inocencia y la ilusión de nuestra infancia, que tantos y tan bonitos recuerdos nos trae cuando volvemos la vista atrás…

 Y como la Navidad, a pesar de los 32ºC de hoy a medio día, a pesar de ello, la Navidad viene de camino, si te has portado bien, puedes escribir esto en tu carta a sus Magestades los RR.MM., y si has sido lo bastante buena, a lo mejor, te encuentras una sorpresa 😉
Nos vemos pronto.